Mediterráneo, 21 de abril de 2005
PAM PAM ORELLUT
El fútbol, deporte rey, todos queremos que nuestros equipos ganen siempre, pero la pelotita es caprichosa y al final hay: 11 contra 11, un cuerpo técnico y unos consejeros, que al igual que el resto de los implicados ponen todo su saber y buena fe en que las cosas salgan bien.
El caso del C.D. Castellón es paradigmático a pesar de todos los esfuerzos, llevamos once años sumidos en el pozo de la segunda B, maldita división, con la liguilla que hace que a pesar de llevar todo el año bien, al final por raras contingencias subes o no, y a nosotros nos ha tocado que no, pero lo importante es ir paso a paso y luchar y ganar cada partido. Este año confiamos que sea el bueno, tras unos inicios titubeantes, estamos consolidados en posiciones de ascenso y si el juego no ha sido lo brillante que quisiéramos, lo más importante son los puntos y conseguir el objetivo final. Uno de los protagonistas es el presidente Juan Carlos Fabregat que tras la dimisión del máximo accionista Antonio Bonet, y con un proyecto ilusionante tiro del carro por compromiso con los colores de su vida y si en ese momento me pareció el más idóneo hoy me ratifico. Magnifica persona y empresario esta luchando como el que más, pasando malos ratos, incluyendo todo lo que suponga medios de comunicación ya que si algo no le gusta es la popularidad, y si algo tiene es la educación necesaria para atender a todos cordialmente. Merece toda nuestra gratitud, debemos ayudarle y empujar, todos juntos y si hay presión por el ascenso es inevitable, la historia, el presupuesto, las instalaciones, la repercusión mediática, la afición y la sociedad toda de Castellón lo demanda y desea y el Presidente más que nadie; es su obligación y su corazón. Pam Pam Orellut.
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