París d'Or

Mediterráneo, 17 de febrero de 2005
PARIS D’OR
Hace justo una semana tuve el honor de asistir a la inauguración en Paris de las oficinas de Marina D’or. Políticos, famosos de todas las condiciones y nacionalidades, periodistas, empleados y colaboradores, familiares, profesionales, pero sobre todo amigos y en fin el “todo Paris” se dio cita en el acto, que fue magnifico, y el punto culminante porque antes y después a lo largo de toda la semana, cenas y fiestas por un lado y reuniones, trabajo y esfuerzo por otro convirtieron el Grand Hotel de Paris y todo el barrio de la Opera, donde se sitúan las oficinas, en un pedazo de Castellón en Paris, donde oías español y valenciano por doquier y veías conocidos y más de 2000 carteles con los colores de una sociedad que también eran los nuestros. Es reconfortante ver como una empresa de la tierra se lanza, tras triunfar en España a la conquista de Europa. La cuestión esta clara, el futuro son los servicios, tenemos la materia prima: sol y playa, pero eso solo no basta, además hay que aplicar una concepción moderna de la propiedad, de la hostelería y de la acogida, darle a la gente lo que quiere y cubrir sus necesidades y expectativas para que sean felices y vuelvan. Maria D’or predica con el ejemplo, y cuando tiene el producto busca con imaginación y creatividad al cliente, donde haga falta. Esos turistas europeos que invaden otras zonas de la costa española los vamos a ver por aquí y con ellos la riqueza que generan a todos. Es el primer paso, otros muchos países están en el punto de mira. Se esta en el camino que unos pocos aventureros iniciaron y que debe seguir cualquier empresario que quiera crecer.
El trabajo y la generosidad de una empresa, se tiene que ver recompensado necesariamente con el éxito que de le deseamos de todo corazón.