lunes, 5 de julio de 2010

Librepensador

Mediterráneo, 31 de marzo de 2005
LIBREPENSADOR
Hace unas fechas en una tertulia radiofónica en la que tengo el gusto de participar manifesté, frente a una acusación de partidismo, que yo me consideraba un francotirador o mejor para evitar el lado violento un librepensador, ello causo un poco de alboroto y por dejar las cosas en su sitio, con el beneficio que produce la reflexión, haré unas pocas matizaciones, la palabra es compuesta y esta formada por otras dos: libre y pensador de significado evidente y claramente positivo, a todo el mundo le gusta o le debería gustar tomar sus propias decisiones y poder pensar con raciocinio, sin embargo a lo largo de la historia muchos sistemas políticos, dictadores o religiosos radicales han tratado de evitarlo.
No quiero caer en la dicotomía filisofica entre individualismo y colectivismo. Para la primera, el yo es lo primero y lo único. En el segundo solo hay sociedad, el individuo puede ser sacrificado al todo. Lo mío es más simple, solo se trata de personas, que para mi están por encima de grupos, y que si se integran en ellos es porque tras pensarlo lo deciden libremente, sin que sea uno excluyente del otro, porque todos pueden hacer cosas buenas, que se deben reconocer con independencia de donde vengan. La libertad no tiene precio y solo se puede ejercer a través de la razón individual, no obedeciendo doctrinas alineantes y mucho menos criterios sobrenaturales; siendo responsable de los propios actos y procurando hacer el bien y no perjudicar a nadie. Claro que no puede haber libertad absoluta porque caeríamos en la anarquía pero si cada uno obra según su conciencia, dentro del orden social, respetando las leyes de la naturaleza y los derechos humanos, sin dogmatismos intocables, ni sectarismos excluyentes, todo seria mejor. Que nadie nunca te ordene lo que debes hacer.

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