Maragall-ZP

Mediterráneo, 18 de noviembre de 2004
MARAGALL FASTIDIA A ZP
El señor Maragall con sus ojillos de pícaro, y sonrisa maliciosa, mofletes permanentemente sonrosados, tiene una política basada en causar “mal de cap” a todo el mundo, pero especialmente al pobre Zapatero y a los que estamos justo debajo, geográficamente y según él en todo lo demás, de su maravillosa comunidad, que sin embargo no parece llenarle y necesita más y más, más dinero, más poder, más territorio, el tufillo independentista-imperialista sale por todas partes, pero si es lo que le gusta a sus votantes y a sus sucios socios hay que respetarlo, siempre que el respete a los demás y el respeto consiste entre otras cosas en no venir a mi casa a decirme lo que tengo que hacer, en que euroregión con sede y dividendos en Barcelona me tengo que integrar y por supuesto cuales son mis señas de identidad incluyendo el idioma que hablo, la legalidad constitucional y nuestro estatuto de autonomía, eso no vale para nada. Pues no. Se equivoca, nuestra comunidad con casi ochocientos años hablando lo que ya los clásicos, empezando por Ausias March llamaban valenciano, es tan histórica o más que la suya. Respecto a España, que aunque no lo recuerde, es donde estamos todos, les resulta incomoda, solidaridad territorial ¿eso que es?. Mi dinero, para mí, en Extremadura o Andalucia ya se apañaran, yo cada día más independencia, pero los otros no, no somos iguales, soy superior y Zapatero hará lo que yo le diga porque si no me separo y le fastidio la mayoría o le demando a los tribunales ¿se puede meter más la pata?. Otras cosas se inventara para fastidiar al presidente, como si no tuviéramos ya bastantes problemas, que ganas da de decirle “Pasqual dejame en paz”. Todo este cúmulo de actitudes en el S. XXI suenan a rancias, patéticas y sumamente egoístas, y lo peor, además peligrosas.