LA CAPA ESPAÑOLA

Mediterráneo, 27 de noviembre de 2009
LA CAPA ESPAÑOLA
Cada cual se viste como quiere, hay unas normas de elegancia y está la moda, que va evolucionando, pero hay cosas clásicas que se deben cuidar porque forman parte de nuestra cultura como la Capa Española, que es una prenda de vestir, larga, suelta, sin mangas y abierta por delante que se sujeta al cuello y cubre casi todo el cuerpo ensanchándose gradualmente hacia la parte inferior y que se pone encima del vestido.
Ha sido utilizada desde tiempos remotos, los celtíberos llevaban saguan, que fue adoptada por los romanos, los árabes albornoz con capucha y en la edad Media toda la población la usaba, capuces para los guerreros, tabardos y lobas para los nobles, magnas para los religiosos y capotillos para los campesinos. En el siglo XVI su tamaño marcaba el linaje, cuanto más cortas más nobles, al rey por la cintura y a los villanos por los pies. A partir de ahí se extiende la denominación capa española. En el siglo XVIII la intención de cortarlas de Esquilache le costó una revuelta popular. El pasado siglo dejaron de utilizarse de modo común. La más extendida de sus variantes es la pañosa negra con esclavina adornada con pasamanería, cuello bajo rematado con un broche y embozo de terciopelo de colores, que se fabrica con lana de Béjar, donde sus artesanos la han trabajado durante generaciones y que nunca encoge ni se deshilacha. Si bien es verdad que estaba de capa caída, hoy mucha gente la reivindica a capa y espada y han surgido multitud de asociaciones que la reivindican, al igual que multitud de famosos que la usan, como Picasso, el Rey Juan Carlos o el Papa. Un abrigo se pone pero una capa se lleva y bajo ella te sientes especial, es cómoda, confortable, elegante y estás guapísimo.