viernes, 5 de noviembre de 2010

HOGAR

Mediterráneo, 8 de abril de 2010
HOGAR
¡Hogar dulce hogar! La grase original “Home sweet home” pertenece a una obra teatral del americano John Howard Payne estrenada en Londres en 1823 y se adoptó por el pueblo inglés como símbolo en una época en que muchos vivían diseminados por sus amplias colonias (Gibraltar español). Con ello se expresaba la añoranza, al sentirnos lejos de la patria, de la familia y de los objetos queridos o la alegría de volver a ellos e incluso se decía con ironía cuando resultaba que la casa por unas cosas u otras era un amargo desastre. Esta claro que una casa, sea villa, apartamento u otra modalidad no es más que un lugar material donde vivir, algo que se puede comprar con dinero, mientras que un hogar es mucho más, supone añadir dimensiones afectivas, algo inmaterial que te sirve de refugio no sólo físico, sino también emocional y afectivo, algo que no se puede comprar con dinero. La casa es materia, el hogar energía. Cuando llegas al lugar donde vives, tu domicilio, tu escondite doméstico, te sientes bien, te da seguridad, rodeado de tus cosas, que son reconocibles y familiares, que te agradan y te hacen la vida confortable, pero para estar completamente a gusto, tienes que sentir humanidad, voces reconocibles, calor de los tuyos, tu familia, sin duda la más tradicional institución vertebradora de la sociedad, vemos que a su vez el hogar tiene un lado más de cosas y otro más de personas.
A lo largo de tu vida sueles tener varios, quizás el primero el hogar de tu infancia, creado por tus padres es el que más añoranzas provoca y más huella causa, luego llegan otros, el de soltero, el de pareja, el familiar, etc, pero el que tengas hoy aprovéchalo, nada mejor que tener un hogar, disfrutarlo y sentirse feliz en él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario