EL MACARRA MOTORIZADO

Mediterráneo, 4 de febrero de 2010
EL MACARRA MOTORIZADO
Es esta una historia de ficción, en que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, una estrellada noche, una familia estándar, que vuelve de una cena cordial a su hogar por el camino de siempre, la carretera no es muy buena, estrecha, virada, llena de chalets y con badenes, requiere una conducción atenta y una velocidad moderada. Hay un coche blanco con dos chicas delante y nadie detrás, ¿nadie?, súbitamente aparece una especie de meteoro para el que la raya continua no significa nada o quizás una noche de fiesta sin fin, y allá que adelanta como una exhalación a los dos beatíficos vehículos cumplidores de la normalidad. Pero ese mal bicho que todos llevamos dentro hace que la chica del primer vehículo le lance ráfagas de luces hay que suponer que para reprocharle su estúpida y peligrosa conducción, ¡ah qué has hecho! El super conductor no puede tolerar eso. Frenazo sonoro y a ver que pasa, baja del coche con un amigo ciclado de los que de entrada no conviene enfadar, algún tatuaje, corte de pelo sioux y ahora que se ve bien coche pequeñajo, tuneado malamente y con música ambiental para todo un mega parking y estos sietemachos empiezan con su repertorio léxico que se limita a insultos y amenazas, no muy originales. Pero como no se puede pasar porque bloquean, se juntan 1, 2, 3, varios coches que van llegando y que han sufrido su “valentía” y señores, todos a una arremeten contra esos mamarrachos, que al ver la superioridad numérica no les queda más que salir corriendo esta vez con razón. Detectores de velocidad, de alcohol, todo muy bien pero cuando habrá algún detector o prueba contra capullos, descerebrados, hace falta.