viernes, 5 de noviembre de 2010

EMPRESARIO

Mediterráneo, 7 de enero de 2010
EMPRESARIO
Si hay algo injusto en este país es la concepción típica que mucha gente tiene sobre los empresarios, que han sido víctimas de mucha maledicencia y demagogia barata. El empresario a través de su industria, negocio o empresa es la base de la riqueza del país y para aquellos que lo olviden, cualquiera que tenga voluntad, tesón y en su caso la ayuda necesaria puede serlo. No solo hay multinacionales, también pequeña y mediana empresa y autónomos, millones de personas en España, desde el que explota el kiosco de la esquina o esa tiendecita con un par de empleados, o las azulejeras grandes o pequeñas tan de Castellón. Serlo no es garantía de ganar dinero, que generalmente reinvierte en la empresa, y mucho menos de vivir bien, ya que nadie trabaja más que los que defienden sus propios intereses, y aquí no hay convenios ni derechos, solo obligaciones y lucha por sacar tu empresa adelante. Bien reveladora es la definición de empresa que si bien es una unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos, también es una acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo. El empresario planifica, organiza, crea equipos, coordina, informa, innova, enfrentándose al cambio y sobre todo asume riesgos y toma decisiones, debe ser un líder y funcionar al unísono con directivos y trabajadores. Crea valor para todos, para sí mismo, los accionistas, los trabajadores ya que crea empleo, para el cliente ofreciendo productos o servicios adecuados, para el sector contribuyendo a la competencia, para los proveedores y para la sociedad toda. El que siga pensando que todo se reduce a obrero explotado o empresario rico, que simple es.

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