viernes, 15 de diciembre de 2023

VIVA LAS PESCADERIAS

Me encantan los mercados y las tiendas de comestibles de barrio. Comercio de proximidad, amable, con garantías y calidad. Quizás un poco mas caro que una gran superficie pero el trato personal lo justifica. Me gusta que alguien me atienda y en su caso me aconseje, que me sonría. Concretamente adoro las pescaderías tengo unas favoritas. Adriana en Castellón, Javier en Benicasim y Manolo en Valencia. Me fio de ellos, me dan buen género y me cobran un precio justo, considerando que unas gambas o unos percebes baratos no pueden ser, pero un gusto de vez en cuando merece la pena. A pesar de que esta de moda cocinar y la comida saludable el negocio no tiene la proyección que sería de desear. El trabajo es durísimo, hay que madrugar para ir a la lonja y comprar producto de primera calidad. Estar todo el día de pie, echar horas, pasar frio. Así que los jóvenes prefieren seguir otros caminos en vez de continuar lo que seguramente es tradición familiar. Vendría bien tener una formación profesional reglada para ser técnicos pescateros, más alla de las enseñanzas de padres a hijos, que le daría más prestigio al trabajo. Y apoyo institucional con reducción del iva. Tener un poco de vena comercial ayuda a captar clientela a la que se dirigen como reina, guapo, princesa, cariño, en fin cordialidad. Les apoyan los hosteleros que suelen tener su pescadería de referencia para elaborar sus exquisitos platos que no lo serían tanto sin ese fantástico bacalao, la dorada fresca o la lubina recién pescada. El pescado forma parte de la Dieta Mediterránea que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo 16/10/2023

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