viernes, 15 de diciembre de 2023

TERREMOTO DE MARRAKECH

Yo estuve allí. Un grupo grande de amigos habíamos ido a una celebración, pensamos que iba a ser muy divertido y no lo fue tanto e inolvidable y desde luego si lo fue. El viernes 8 de Septiembre nos habíamos sentado a cenar, mesa real, super bonito todo, en un jardín fantástico. Y a las 23,11 sentimos como si pasara un metro debajo de nosotros una vibración y ruido anormal. Nos miramos extrañados preguntándonos que era aquello, alguien dijo, “es un terremoto” a los 10 segundos más o menos, salimos de dudas, el suelo empezó a moverse violentamente y sonaba un gran estrepito. Estupor, sorpresa, impotencia. Teníamos un edificio de varios pisos cerca, en el que reventaron los cristales se abrieron grandes grietas y empezaron a caer cascotes, se movía y parecía que podía derrumbarse sobre nosotros. Así que todos salimos corriendo cada cual hacía un lado intentando alejarnos del peligro. Teníamos sitio de sobra porque el jardín era grande. Fuimos muy afortunados porque nadie resulto herido y en los siguientes días hasta coger un avión de vuelta tuvimos agua, luz y comida y también temor a una replica de magnitud que afortunadamente no tuvo lugar. El susto tremendo. El shock y la pena por la pobre gente que pérdio su vida, sus casas, sus cosas, peor todavía. Es una terrible experiencia que ojala nunca les toque vivir y que cambia mucho de verlo por la tele a verlo en persona. Felices al llegar a casa y tristes por los que se quedan, a los que hay que ayudar en todo lo que se pueda. Les invito a donar en unicef.es, en Atlas Solidario o en cualquier otra asociación sería. Y a seguir viajando allí ya que el turismo es su principal ingreso. Hay que valorar lo que tenemos, apreciar la vida y ser solidarios. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 18/09/2023.

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