LA BODA QUE TE HACE FELIZ

Dice el art.14 de la Constitución que todos los españoles somos iguales ante la Ley sin distinción, entre otras cosas, de sexo. Hoy la ley de violencia de género y otras moderneces se cargan esta igualdad jurídica. La realidad natural es que cada sexo tiene sus peculiaridades, a nivel físico, psíquico y de costumbres que no son buenas ni malas, simplemente son porque la vida es así, con independencia a lo que luego cada cual sienta. Un ejemplo divertido y véanlo así, sin malicia y con sentido del humor es la celebración de una boda. Aunque hoy hay muchos tipos, nos vamos a la versión clásica. Una pareja heterosexual decide casarse. Cenan por separado con sus amigos para comunicar la buena nueva, considerando que el anuncio llega a los postres tras abundantes copas, que ocurre?. La chica, que no puede aguantarse más, emocionada y contenta dice a sus amigas en voz alta: “me voy a casar”, todas se levantan, gritan, algunas lloran se abrazan y transmiten sus mas fervientes deseos de felicidad y de muchos hijos y un futuro de plenitud. El chico un poco preocupado y como quien no quiere la cosa también anuncia su futuro enlace a sus colegas, hay leves felicitaciones como para cumplir pero sin entusiasmo y los mas lanzados le invitan a reflexionar si lo tiene claro, que perderá la libertad, que es muy joven para casarse, que se le han acabado las fiestas, que le va a controlar, que no va ha hacer más que trabajar y cuidar niños, etc. Lo que sin duda le genera temores e inseguridades y le hace repensar si hace bien. Como se quieren, superan todo esto y se celebra felizmente el matrimonio. Si han elegido la pareja adecuada construirán su futuro juntos y con su familia, ojala que para siempre y que sean muy muy felices. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 14/08/2023.