RISAS, APLAUSOS Y PELOTAS

Puede que yo sea un pardillo para los tiempos que corren, creo en valores como el honor, la libertad, la verdad, etc. Por eso me quedo estupefacto cuando veo lo que esta pasando. No entiendo que Sánchez hoy diga una cosa y mañana haga lo contrario. Pero aun comprendo menos a todos sus seguidores que así mismo cambian de opinión en función de lo que dice el líder único y mesiánico. No pactaría con Podemos y lo hizo. No pactaría con Bildu y lo hizo. No daría indultos y los dio. Por supuesto no pactaría con independistas, ni los amnistiaría ni recogería sus absurdas peticiones y es exactamente lo que ha hecho. El PSOE seguía lo que decía el líder y repetían sus negativas. Hoy, todos los que eso decían se contradicen y dicen, hacen y votan todo lo contrario. Además no parece quedarles ni una brizna de vergüenza porque lo defienden con toda su alma como si sus opiniones fueran de siempre y solo hace unos días de su cambio. A mayor abundamiento en vez de tener moderación o disimular, se ríen como si fuera gracioso acabar con el Estado de Derecho. Sobre todo aplauden, como locos, sin parar, echando humo. Les va el sueldo en ello y no quieren desentonar con la masa, no sea que el dueño y señor, se percate y les quite el sillón. Y hacen, sea lo que sea, si lo dice el número uno. Sin reflexión, sin personalidad, sin el mínimo raciocinio sea bueno o malo. Lo único que les interesa es seguir ahí. Estómagos agradecidos que se ríen a mandíbula batiente, manada de pelotas al estilo de los muchos que existen en las repúblicas bananeras, que es donde parece que nos llevan. Preocupante es que no haya ni un solo libre pensador entre tantos y que se comporten como miembros de una secta. Si bwana. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 27/11/2023