jueves, 29 de abril de 2010

¡¡¡Vuela!!!

Mediterráneo, 19 de julio de 2001
¡¡¡VUELA!!!
Hubo un tiempo en el que el hombre que podía volar era un genio o un loco que ponía en riesgo su vida, intentando, con extrañas máquinas aquello para lo que la naturaleza no lo había dotado.
Parece que hoy en día nos pasa algo similar, ya que, a pesar de nuestra gran tecnología y modernos sistemas de todo tipo, volar en España es una lotería.
El transporte aéreo en nuestro país tiene varios pilares: por un lado Aena, que gestiona nuestros aeropuertos de un modo nefasto. Así, los letreros indicadores de los vuelos no marcan algunos de ellos, o les cambian los códigos. Los altavoces no funcionan o no se oyen de una terminal a otra, y en aeropuertos como Madrid, para ir de nacional a internacional tienes que andar hasta 3’8 kilómetros. Intolerable.
Por otro lado están los pilotos, especialmente los agrupados en torno al Sepla, que sí conocen el Derecho Constitucional a la huelga (diecisiete en los últimos veinte años), pero no pasa lo mismo con el de Libre Circulación. Sus frívolas huelgas en periodos vacacionales o fines de semana crean un daño infinitamente superior a los beneficios que pueden conseguir sus egoístas planteamientos. A su chantaje hay que ponerle fin. Después Iberia. La suspensión de vuelos decretada el pasado día 12 (750 con 80000 personas) es un grado más en la escala de incongruencias de esta compañía, que causa un daño irreparable en la economía española, esencialmente turística. Y no olvidemos que la empresa presta un servicio en régimen de cuasi monopolio (el 70% de los vuelos domésticos). Todo ello probablemente conducirá a que nos quedemos sin compañía aérea, que será absorbida por alguna extranjera mejor gestionada. ¿Qué hace el Gobierno, y el Ministerio de Transportes, y la Dirección General de Aviación Civil?. Basta de discusiones y actitudes pueriles por parte de los pilotos o de Iberia. El interés general y la imagen de España exigen una solución, llámese laudo arbitral obligatorio (como en el último conflicto), o la que sea, y, a ser posible con carácter definitivo. Ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario