jueves, 29 de abril de 2010

Ciudad de Burriana

Mediterráneo, 5 de julio de 2001
CIUDAD DE BURRIANA
La Reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena el 4 de julio de 1901 concedió a Burriana el título de ciudad, siendo alcalde D. Joaquín Peris Fuentes. Conmemora ahora su centenario con diversas celebraciones.
Fue desde el siglo IX una importante plaza árabe, conquistada por Jaume I el 16 de julio de 1233. En 1348 se le concedió el privilegio de llevar en la franja azul de su bandera las tres coronas. En 1520 Carlos V le otorgó el escudo de armas. Hasta el siglo XVII se mantuvo una estructura urbana y una población similar a la de centurias anteriores. Ya en el siglo XVIII sus habitantes superaban los 5000, sustentados gracias a la agricultura de secano hasta la introducción masiva del naranjo en el XIX. La concesión del título de ciudad se produjo en un momento de esplendor; un auge agrícola y comercial que la diferenciaba del resto de sus vecinas y la acercaba a grandes capitales. Posteriormente esto se truncó por la crisis de 1918 y las dos Guerras Mundiales. La época dorada comenzó algunas décadas atrás, gracias al comercio citrícola. Prueba de su magnitud es un casco antiguo protegido en su totalidad. Posee la ciudad arquitectura románica gótica, barroca y sobretodo modernista, que entidades públicas y privadas se afanan en proteger: la casa de la Reig, la del Tarrós, el museo de la Naranja, etc. Cuenta en la actualidad con 27300 habitantes, siendo todavía la base de su economía la agricultura; ocho kilómetros de playa, puerto pesquero y club náutico en vías de ampliación Así se ha configurado el carácter de unas gentes emprendedoras que siempre dan un paso adelante. Fueron los primeros en ir a Europa para abrir los mercados a la naranja, en la época del “Burriana, Paris y Londres”. Posteriormente no se subieron al carro industrial, entre otras cosas, porque no había en la ciudad un metro de suelo que no fuera enormemente productivo. Tiene también ambiciones de futuro en forma del complejo residencial Golf Sant Gregori, donde se prevé construir más de 6000 vivendas, y otros proyectos que la pueden convertir en un centro turístico de primer orden.

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