jueves, 9 de marzo de 2023

TRISTEZA EDUCATIVA

TRISTEZA EDUCATIVA Son muchas las barbaridades del desgobierno socialcomunista, las económicas nos están arruinando, las políticas acabando con la libertad. Pero las educativas creo que son peores, porque casi todo se puede arreglar, pero una generación de ignorantes no. Los profesores de cualquier nivel deberían ser los más inteligentes, los mejor formados y pagados, enseñar bien es fundamental para una sociedad prospera y sana. Con el nuevo real decreto de Bachillerato y la ley Celaá ya no se puede hacer peor. No se trata de formar, se trata de adoctrinar, crear jóvenes apesebrados, que pasen sin aprobar, sin esforzarse y que a los 18 años reciban una paguita y así se acostumbran a depender de papa estado y anulan su iniciativa. No se les enseña a pensar, a cuestionar las cosas y tener un sentido crítico, a reflexionar, tener ideas o crear. Y menos a aprender cosas necesarias para su formación. Restringen la filosofía ( pienso luego existo), la historia de España, tan rica aunque les pese, parte manipulada de 1812, antes nada. Se suprimen las notas y así nadie se ofende y las matemáticas se estudian con sentido socioafectivo para “entender las emociones”. Todos deben seguir las pautas de lo políticamente correcto, el pensamiento y los valores de los sectarios que mandan, completamente alejadas del sentido común y de la verdad. Con ello se cargan la calidad de la enseñanza pública, porque la privada, a la que van los hijos de los gobernantes que hacen todo esto, ya se ocupara de formar bien a sus alumnos. Mala educación bajo el mandato de una desconocida ministra que se llama Alegría y que no puede producir más tristeza. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo 11/04/2.022

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