jueves, 18 de noviembre de 2021

PLAZOS DESESPERANTES

Hay muchas gestiones y trámites burocráticos que se deben hacer ante cualquier administración y que se alargan y alargan a veces años, obligando a múltiples viajes y a esperas eternas. Lo público está bloqueado. Resulta muy penoso y en algunos casos supone autenticas injusticias e incluso graves problemas económicos. Suelen justificarse por falta de personal o de medios, o sea dinero. Uno de los peores retrasos es el tema de la salud, meses para que te visite un especialista o para una operación. También en la Justicia que para ser justa debería ser rápida. Los cobros de dinero público, como el salario mínimo vital, la ayuda a la dependencia, la de inclusión, los ERTES, el bono escolar, el cheque comedor o cualquier otro se retrasan causando grandes quebraderos a las familias. Con la concesión de licencias de obras, de actividad o lo que sea pasa lo mismo y es absurdo porque esas actividades generan riqueza y deberían agilizarse por el bien de todos. También la mera expedición de acreditaciones o carnets como el de la familia numerosa. Sin embargo el DNI y el pasaporte que dependen de la policía nacional van muy bien. Explicaciones pocas, normalmente no contestan el teléfono o te responde alguien que cree que trabaja mucho y cobra poco, con lo que los modales no son los idóneos. Y las gestiones telemáticas no han ayudado todo lo que podrían. Las paginas públicas se saturan, se bloquean o no están disponibles. Cuando la iniciativa privada con competencia y libertad para el usuario realiza la misma gestión suele ser mucho más efectiva. Ahí puede estar la solución. Artículo publicado el 27/09/2021 en el periódico Mediterráneo.

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