jueves, 18 de noviembre de 2021

IRENE MONTERO

Es difícil destacar a alguien entre todos los miembros del actual gobierno socialcomunista. Triunfa el sectarismo, la ideología el cortoplacismo, el dogmatismo y la ineficacia. Haremos un esfuerzo, tenemos a Irene la pareja o ex o lo que sea de Pablo Iglesias. Eso le dio meritos para ser ministra de igualdad y poder derrochar más de 500 millones. Su cumulo de estupideces no tiene parangon. Empezando por su hipocresía, criticando la casta y el precio de los alquileres mientras tiene un chaletazo de Galapagar, Se enfrenta a las feministas e impone el movimiento queer y LGTBI que merecen respeto, ni más ni menos que todo el resto de ciudadanos. Las leyes que salen de su ministerio son un bodrio jurídico de imposible aplicación. Según ella cualquier persona puede manifestar un género que no coincida con su sexo biológico sin ningún informe médico o psicológico ni autorización. Le importa más el postureo de las redes sociales que hacer algo útil. Quiere suprimir el delito de enaltecimiento del terrorismo. Dice tonterías como que el color rosa “ reprime a las niñas”. Que las mujeres consumen alcohol, tabaco y drogas por el “modelo masculino hegemónico”. Que “sola y borracha quiero llegar a casa”. Y su “ niño, niña, niñe” ridículo lenguaje con el que pretende dar lecciones a la RAE. “ Que las mujeres afganas y españolas están sometidas al mismo sistema”. Y exige vigilar “miradas impúdicas de los trabajadores”. Coloca amiguetes condenados e imputados en el ministerio. Todo disparatado, creando problemas en vez de resolverlos y tratar de conseguir una igualdad efectiva. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 01/11/2021

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