jueves, 18 de noviembre de 2021

CONTACTO HUMANO

Somos personas, latinos, españoles de sangre caliente, sociables. Nos gusta salir y tener amigos. Nos encanta el contacto humano y personal. Besarnos, abrazarnos, acariciarnos, tocarnos, darnos la mano o unas palmaditas. Es una forma de demostrar en nuestros encuentros, amistad, cariño, amor, solidaridad, empatía y comprensión. Creo que nadie puede vivir sin contacto físico, nos hace falta para nuestra estabilidad emocional, para sentirnos aceptados y queridos. Aumenta el rendimiento y es fundamental para darnos seguridad, autoconfianza y al fin felicidad. Es algo muy fácil de dar y tomar, gratuito, con gran influencia positiva para las personas y para la sociedad. A veces es mucho más expresivo que las palabras. Es tan bueno para la salud física y psicológica que hasta existe una rama medica: la abrazoterapia. Ayuda a seducir y a fortalecer las relaciones sentimentales porque parece que favorece la segregación de oxitocina la llamada hormona del amor, disminuye el cortisol que estresa y aumenta la serotonina que relaja. Desgraciadamente cada día nos prodigamos menos y con la pandemia y el estado de alarma casi ha desaparecido ese contacto humano tan nuestro. En parte por la necesaria precaución y en parte porque nos lo imponen con dudosa legalidad. Lo echo mucho de menos y espero que pronto podamos volver a darnos un buen apretón de manos un cordial abrazo para saludar, en lugar de ese raro gesto de golpearnos los codos, recuperar el contacto con amigos y familiares, las comidas y sus sobremesas, las copas y en fin nuestra vida normal. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 24/05/2021

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