jueves, 23 de agosto de 2012

Los niños y el deporte


LOS NIÑOS Y EL DEPORTE

Afortunadamente hoy en todos los colegios los niños reciben clases de educación física y a través de ella practican diversos deportes. Los beneficios que esto reporta son numerosos: es bueno para su educación y para su salud, desarrolla las aptitudes físicas y la personalidad, favorece el crecimiento y los hábitos higiénicos, le enseña a seguir normas, a ganar y a perder, promueve valores positivos, le hace menos individualista, más solidario y colaborador fomentando su integración social y la asunción de responsabilidades y derechos, aumenta la autoestima, modera los excesos de energía, incluso puede ayudar a corregir defectos físicos, y en fin, ocupa su tiempo libre y de ocio satisfactoriamente. Si los padres predican con el ejemplo mejor, aunque algunos no estemos para muchos trotes, unos mínimos hábitos de ejercicio físico son imprescindibles para todos y a cualquier edad. A veces, exigimos demasiado, hay que elogiar su esfuerzo y sentirnos orgullosos de sus logros, no someterles a una competitividad exagerada en la que sólo valga el triunfo, a veces una derrota es más aleccionadora, y por supuesto evitar broncas porque no respondan a nuestras expectativas.
A lo largo de mis años de paternidad, los sábados por la mañana, es un placer para mí recorrerme colegios y polideportivos llevando a los chavales a practicar con mayor o menor habilidad diversos deportes, dependiendo de edades, modas, amigos o gustos, claro el fútbol acaba siendo el rey. Y si bien disfruto enormemente viendo su pundonor, lo que más me gusta porque para eso soy progenitor es cuando mete un gol o recibe alguna copita, entonces practico el "aplauso frenético". 

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