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Es decir, Conductores en Conducción Contraria, según la denominación de la Dirección General de Tráfico. Kamikazes o conductores suicidas para entendernos, además de suicidas son asesinos. El día 4 a las 19’40, yendo hacia Valencia por la autopista, a la altura de Almenara, tuve la desgracia de cruzarme a uno, lo vimos venir, llevaba luces y nos apartamos, pasó como una exhalación, incredulidad y escalofrío es lo primero, junto con la necesidad urgente de avisar al 112 para que lo paren, luego, con perdón, “te cagas” de pensar lo que podría haber sido si te “replega”, al llegar al peaje nos dijeron que lo habían detenido, gracias a Dios no se llevó a nadie por delante, hoy ese tipo estará en su casa, puede que leyendo esto y quizá sonriendo por lo machote que es, sin accidente queda libre y total, si quería matarse se podía haber salido con la suya, pero además puede que matase a alguien, eso le da igual, y si en caso se accidente se salva, drogas, alcohol, epilepsia o el indulto te sacan del apuro como el último y escandaloso caso que cambió 13 años de cárcel por una multa de 4000 euros. De todas las burradas al volante, ésta es la peor, puede ser un error que debería evitarse con una señalización más clara, pero si es a propósito se les debería procesar por intento de asesinato múltiple, que no se si es legal, pero sí moral, cada día hay más y morir así además de dolorosísimo es estúpido. Para la guardia civil de tráfico es el peor aviso que solo puede resolver positivamente con grave riesgo de su propia vida. Y cada vez hay más. El año pasado 148 accidentes con víctimas por culpa de esta gentuza y muchos más sin desgracias personales. Todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario, estos asesinos no.