jueves, 18 de octubre de 2012

ESPAÑOLIZAR



Soy, y la mayoría de ustedes también, español, nací en España y me guste o no, que sí me gusta, pertenezco a este país. No soy radical, ni facha, ni añoro tiempos pasados. No entiendo, ni comparto que el uso del término España, que la bandera española o que el idioma español, tenga que ser identificado con ninguna posición política. Somos españoles, deberíamos defender lo nuestro y estar orgullosos, es lo que sucede en la mayoría de países. Aquí no, aquí los complejos, la devertebración que ya citaba Ortega, y lo políticamente correcto o el agachar la cabeza nos está conduciendo a una situación ruinosa.
Ahora se plantea un debate, que solo es una cortina de humo para distraernos del problema auténtico, la crisis económica producida en gran medida por la mala gestión cuando no latrocinio de algunos próceres que son los que más avivan la polémica.
Cataluña quiere más dinero, como todos, habría que recordar que la comunidad con peor reparto en la financiación estatal es la valenciana. Pero creo que han escogido el camino erróneo, el chantaje. Adoctrinar a la juventud, cambiando la historia no parece lo más civilizado, y además de aprender lo que forma parte de su idiosincrasia, allí y en todas partes, se debería enseñar un mínimo común, la historia de España y el idioma español, al que todos tienen derecho, no con superioridad, pero sí con igualdad. La Ley está para algo y tenemos una Constitución que hay que respetar. Por supuesto que se puede modificar, pero democráticamente, no a la fuerza. En un mundo globalizado es mejor unir que separar. Mejor Europa que el villorio de cada cual, es la única manera de salir de esta, que falta nos hace.

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