RAYA
COCHES
Entre
las diversas especies animales que encontramos en la sociedad, una muy perniciosa
y ciertamente patológica es la de los raya coches. Estos tipos que se acercan
sigilosamente y con una llavecita o cualquier otro objeto punzante y con mayor
o menor presión, con más o menos extensión y longitud, dependiendo de su estado
mental en ese momento, se dedican hacerle rayas a algún coche ajeno. A veces es
una venganza personal contra el dueño del vehículo, ex pareja, ex amigo o lo
que sea que, desde luego no le cae bien. Otras es de desconocidos. Los motivos
que aducen, injustificables, son desde que estaba mal aparcado, a que es
llamativo, o muy bueno o nada. La verdad es que se trata solo de su imbecilidad
agresiva, quizás causada por la envidia, principal defecto nacional o la propia
frustración de que alguien tenga algo mejor que tu. Revela un muy mal estado de
su autor, en quien triunfa la cobardía y la indignidad. Si te toca, mejor que
no lo veas porque te saldrá un instinto violento y puedes hacer alguna tontería.
Busca testigos y pon una denuncia. Si ya llegas con la faena finalizada, por lógica
te enfadas, pero contra menos lo hagas mejor porque es eso justamente lo que
quiere el rayador rayado. Lo más sano es que te lo tomes con filosofía, aunque
sea difícil. Eso si perderás el tiempo con la policía, reparación, seguro, etc.
Este mejor comprobarlo antes de firmarlo, que te lo cubra, porque si pueden
buscaran algún subterfugio para no hacerlo. Si los pillan las responsabilidades
son ridículas, salvo que por su importe sea delito y reincidan. Atajo de
desgraciados.
Artículo
publicado en el Periódico Mediterráneo el 9 de Enero de 2017
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