PIROMANOS VERSUS
BOMBEROS
Este verano, como todos los años, hemos asistido a
la desgracia bárbara de los incendios forestales que en todos los tiempos y
lugares son un desastre. Los accidentales son escasos, solo el 5% son aleatorios
y poco podemos hacer. Pero los provocados de modo intencionado, se calcula que
hasta el 70%, son un autentico crimen que no tiene la respuesta que se merece.
Lo primero es la prevención, la educación ciudadana, concienciar a la población
de la riqueza de la naturaleza, que es un bien de todos, que debemos cuidar y
legar a nuestros descendientes. Evitando las actitudes negligentes que causan
el 25% de los incendios. La vigilancia, la preparación de medios de extinción,
los cortafuegos y los depósitos de agua son importantes. La limpieza de
arbustos y la no recalificación de terrenos quemados, son imprescindibles. Si
se producen, los profesionales deben estar motivados, bien retribuidos y
preparados y contar con los medios, especialmente aéreos y tecnológicos que
sean necesarios. . Y que una vez identificados, los pirómanos terroristas
forestales, sufran todo el peso de la ley y no se salgan de rositas, con un
índice de condena ridículo ( un 3%), Incrementar más las condenas que parecen chistosas
para el daño que causan, es una exigencia ciudadana que los poderes públicos
deberían escuchar. Y es de justicia un reconocimiento para los bomberos, que es
verdad que cumplen su trabajo, pero también lo es que en ocasiones lo hacen de
modo heroico, que se juegan la vida, a
veces salvan otras y siempre evitan males mucho mayores, desde aquí mi homenaje y agradecimiento.
Artículo Publicado en el Periódico Mediterráneo el
16 de Enero de 2017
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