FIESTA REMEMBER
Recordar, cuando eras
joven y te lo pasabas fenomenal, tus colegas, tu música, tu fiesta. Epocas de
estudiante, de universidad, risas, movidas. Todo te salía bien o eso queda en
tu cerebro, te comías el mundo, el vitalismo era tu bandera, la vida te
sonreía, el futuro era infinito. Han pasado 20, 30, 40 años de aquello,
seguramente te ha ido bien o no te puedes quejar mucho o quizás tu vida no ha
tenido nada que ver con lo que imaginabas. Es lo que hay y mejor conformarse con
lo que tienes, aprovecharlo y ser feliz, que quejarse inútilmente. En todo caso
hay que recordar los buenos tiempos, aunque tal vez realmente no lo fueran
tanto. Así que las fiestas remember se han puesto de moda, con nombre de discotecas
míticas, décadas concretas, grupos diversos o compañeros de promoción. El caso
es reencontrarse con aquellos con los que compartistes francachelas recordar,
bailar, beber y reír. La realidad es que algunos no están a otros se les ve muy
mayores, más calvos o más gordos aunque el “ estas igual”, en general mentira
piadosa, es la expresión más utilizada. Para bailar no tienes la agilidad de la
que hacías gala ni de lejos y sobre beber si pasas de dos copas te machaca la
cabeza y te ruge el estomago. Tu pareja actual, salvo que coincidiera contigo
entonces, se puede morir de aburrimiento si no de pena. Al día siguiente estas
hecho polvo y si lo meditas y te acuerdas, arrepentido de la mitad de las cosas
que dijiste o hiciste. Pero los recuerdos siguen siendo buenos, mereció la pena,
te lo pasaste fenomenal y la fiesta fue divertidísima. Cuando hacemos otra? yo
me apunto.
Columna publicada el 22 de febrero de 2016 en el Periodico Mediterraneo
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