jueves, 8 de mayo de 2014

PLATANAZO

PLATANAZO Errar es humano, rectificar de sabios y perdonar divino. David, un joven de 25 años hincha del Villarreal, tiro un plátano al campo en el partido contra el Barcelona que cayó cerca de Alves y este sorprendentemente le prestó atención y le dio un mordisco, fue un detalle gracioso por parte del jugador que no se caracteriza por su vida ejemplar ni su limpieza deportiva, la cosa ha hecho fortuna y se ha extendido por todas las redes sociales. Hasta ahí una anécdota. El linchamiento publico posterior, una muestra más de la hipocresía social. El racismo no es aceptable, como tampoco lo son muchísimos otros delitos que se cometen diariamente. Y por los que no pasa nada. El chaval se equivoco, seguro que está más que arrepentido, le dio un calentón y tiro lo que tenía a mano como postre del bocata que le había hecho su madre. No es un asesino, ni un antisistema, ni un delincuente, es un aficionado más de los que va al campo con ilusión a ver a su equipo y de los que mantienen todo este circo futbolero. Quien lo haya sido puede comprender que en un momento de tensión se pueda hacer algo así. Está mal y merece sanción racional pero detenerlo, condenarlo a prisión o un multazo de decenas de miles de euros es una exageración. Seamos sensatos, el hecho no merece arruinar una vida.

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