NO
LLORES ARGENTINA
Ojalá no tuviera que llorar tan hermosa nación,
nación hermana con la que tantas cosas tenemos en común. Quizás sea el país más
parecido a España. Ellos pasaron su peronismo populista y nosotros nuestro
franquismo. Hace muchos años parece que alcanzaron democracia plena y libertad,
que tras la vida, es el bien más preciado. Sin embargo, parece que ambos tenemos
la manía absurda de intentar autodestruirnos y la suerte de no conseguirlo.
Aquí elegimos gobernantes ineptos que con demagogia, manipulación, derroche,
corrupción y subvenciones, nos llevan a la ruina absoluta y a millones de
parados. Y lo hacemos una vez y otra. No aprendemos, repetimos nuestros fallos.
Si aún así no nos hundimos, creo que haciéndolo bien seríamos líderes mundiales.
Allí lo mismo, los Kirchner con su demagogia populista se hicieron con el
poder, él murió; ella, Cristina, pasó a mandar. Corrupción generalizada,
despilfarro, desgobierno y una total ruina económica que les abocó al
corralito. Es indicativo que Fernández de Kirchner ha sido procesada por
corrupción en trece ocasiones y tiene pendientes siete órdenes de prisión
preventiva que se ha saltado por su inmunidad como senadora. La echaron, llegó
Macri, cuyas medidas económicas no han sido muy populares y ahora parece que
vuelve Cristina a través de su testaferro Alberto Fernández, más peronismo, más
corrupción, más ruina. Es incomprensible cómo pueden repetir esos fallos tan
tontos y que los argentinos no aprendan y tengan que llorar. Si no fuera porque
nosotros hacemos algo parecido.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el
11 de Noviembre de 2019
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