FACHA
Expresión de
moda que sirve para calificar a todos los que no piensan como el que la emite,
seguramente porque no tiene más imaginación ni más sapiencia. Si tienes sentido
común y deseas la prosperidad de tu país y un futuro para tus hijos. Defiendes
la Constitución de 1978. Eres moderado, te gusta la tolerancia, el diálogo, la estabilidad y el
progreso, la democracia real, la unidad de España, la separación de poderes y
la independencia del poder judicial, la familia, la libertad de enseñanza, que no
te suban los impuestos desmesuradamente (por encima del 50%), que se controle
el gasto público y que adelgace la administración. Si no quieres politiqueos ni
pactos antinatura. Si la guerra civil te interesa como hecho histórico y no
como fuente de venganzas. Si eres un librepensador y abobinas del rebaño
dirigido por un visionario. Crees en el esfuerzo personal y no en vivir
gorroneando al Estado. Pues según algunos medios de comunicación y todos los
antisistema, comunistas radicales, nazionalistas, independentistas y
populistas, no tienes cabida en su mundo de yupi. Eres de los malos,
ultraconservador, de extrema derecha, un radical y un facha. Si tuvieran algo de cultura
sabrían que fachas, fascistas, totalitarios, son ellos. Más vale que estés
callado porque sus insultos son fáciles y rápidos, pero sus argumentos
inexistentes y demagógicos. Ellos son los buenos, los políticamente correctos,
los modernos, saben usar las redes sociales y decir a la gente lo que quiere
oír. Lo malo es que también saben arruinar el país y arruinar la convivencia.
Artículo
publicado en el periódico Mediterráneo el 10 de diciembre de 2018
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