PERSONAS
DECEPCIONANTES
Desafortunadamente se producen muchas decepciones en
la vida, la mayoría cotidianas, otras extraordinarias, algunas muy gordas. Si
las primeras son fáciles de superar, las últimas son difícilisimas. Unas las
producen los acontecimientos inexorables y otras las personas, las peores son
las de aquellas en las que más confías. No racionalizas nada, ni lo entiendes. No
te explicas porque ni como. No lo ves venir, lo que supone que piensas que eres
tonto y no te enteras de nada o que la otra persona era muy taimada.
Posiblemente no es así, las cosas son lo que son y se producen cambios con
relativa rapidez. Quien hoy piensa blanco mañana puede pensar negro y no
significa que siempre haya sido negro.
El efecto más significativo es la amargura, no solo la física que te deja ese
sabor de boca tan desagradable, si no la del alma, que es mucho peor. No
sientes mariposas en el estomago sino un agujero que parece no tener fin. La
solución no es desconfiar de todo el mundo
porque eso te convierte en un desgraciado, aunque con el tiempo cada vez te hagas
más exceptico. Contra menos esperes, menos sufrirás. Algunas personas te decepcionan y otros te
alegran y sorprenden positivamente Una vez pasado el shock, el remedio no sé cuál
es, posiblemente ese poso amargo no se pueda aliviar del todo nunca. Lo más
constructivo es seguir adelante, recordar lo positivo, olvidarte de lo malo, de
ese final traumático y pasar de lo que haga el decepcionador. Hay que seguir
con la vida, cada cual con la suya, lo mejor posible, renacer y recuperar la
ilusión. Quiero creer que los buenos siempre ganan.
Articulo Publicado en el Periodico Mediterraneo el 5
de diciembre de 2016
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