PEDIR
PERDON
Todos nos equivocamos, es humano. Las relaciones de
pareja son complicadas e intensas, en esa relación emocional podemos ayudarnos
pero también dañarnos, “ no hiere quien quiere, sino quien puede” y tu compañera,
con la que tienes la máxima intimidad y a la que quieres, puede. Cuando se
produce un desafortunado hecho la solución es tan sencilla como pedir perdón. Repara
la culpa que sentimos al perjudicar al otro, es un signo de madurez, de reconocimiento
del error y de la voluntad de repararlo. Muestra nuestra capacidad de querer a
la pareja tal y como es, aceptando sus defectos, y aunque parezca que eres más
débil, es todo lo contrario, una muestra de fortaleza. El no hacerlo supone un
signo de inseguridad y narcisismo, que
puede deberse a un mal desarrollo emocional o a unos inadecuados patrones
afectivos infantiles. Quizás no sé hace por no dar tu brazo a torcer, pero no
es bueno negar los sentimientos, o no aceptar los fallos que siempre se cometen
y que se pueden solucionar con un sencillo ”lo siento”. La comunicación de la
pareja se debe basar en la confianza , en la búsqueda de la verdad ante los
conflictos y en reconocer los errores y el perdón sin reproches, si es así, es
porque se tiene una educación emocional que permite excusarse con el otro,
disculparse a uno mismo y responsabilizarse de tus actos y permite tener una
relación solida. Un perdón en tiempo y forma beneficia la relación porque
elimina el resentimiento, cuya acumulación e interiorización es una bomba de
relojería. Así que por todo lo que se pueda haber hecho mal, pedir perdón.
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