TODOS
SEREMOS MAYORES
Si tenemos la suerte de
llegar, algunos por desgracia se quedarán por el camino. Primero por amor y
también por respeto y aunque sea por egoísmo deberíamos preocuparnos, cuidar y
tratar con la dignidad que se merecen a este grupo social. Hoy lo integran más
de 700 millones de personas y en 2050, si Dios quiere, seremos 2000 millones,
el 20% de la población mundial. En España ya hay 8,5 millones, el 18,1%, de
personas mayores de 65 años, la edad común de jubilación. No se les presta la
atención debida, ni siquiera están garantizadas las pensiones, que con el gasto
actual y el índice de natalidad pinta muy mal y en todo caso su cuantía es más
bien escasa y desde luego injusta. Debería dejar de ser un sistema piramidal,
que se permite al estado y si lo hace un
particular es una estafa y convertirse en un sistema de capitalización, que
cada cual reciba en proporción a lo que ha aportado, garantizado un mínimo
vital. Lo que se requiere es cariño, mucho, pero no solo, también cuidados que
prestan preferiblemente las personas cercanas y no siempre es fácil,
discapacidades o caracteres duros requieren paciencia y a falta de estas
personas es obligación del estado y dinero para una subsistencia digna, que hoy
se ha convertido en el apoyo de múltiples familias con las que tienen la
generosidad de compartir su exigua pensión. Muchos son un ejemplo, nos enseñan
lo que es la vida, fuente de enseñanzas y sabiduría que debería poder
aprovecharse. Y no solo para cuidar a los nietos, sino para escucharles y
disfrutarlos. Quien tiene la suerte de convivir con sus mayores sabe de lo que
hablo.
Columna publicada en el
Periódico Mediterráneo el 2 de Mayo de 2016
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