APOYO
Problemas, problemas, todos
los tenemos. Unos muchos otros menos. Unos muy graves, otros leves. Ahora con
la crisis abundan los económicos pero los hay de todas clases: amorosos,
personales, de conciencia y los peores los de salud. Según el carácter pueden
afrontarse con resolución o suponer un muro infranqueable. Lo mejor es no esconder
la cabeza, aunque algunos políticos piensan que las cosas se resuelven solas,
no es así. Es preferible ser consciente de su existencia, calibrarlo y tratar
de solventarlo. El dicho popular de que todo tiene arreglo menos la muerte es
una gran verdad. En el trance de darse cuenta, agobiarse y buscar soluciones
hay una cosa fundamental y es el apoyo de los demás. Contra menos dramatismos y
molestar a nadie mejor. Pero si aquellos que te conocen, son conscientes del
problema o lo intuyen pon tu comportamiento y se brindan a apoyarte, eso es un
gran consuelo. Señal de que se preocupan por ti, te aprecian o te quieren. Hay
que estar a las duras y a las maduras, la amistad y el amor nunca son más
nobles que en los malos momentos. Los abrazos en tiempo de bonanza son buenos,
ante las desgracias son auténticos. Somos seres sociales y la solidaridad es un
gran valor. Procuro ayudar cuanto tengo posibilidad y a todos los que alguna
vez me han apoyado, solo puedes darles las gracias de todo corazón.
Artículo publicado en
el Periódico Mediterráneo
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