CARAJILLO
Nada
que ver con un café tocado, que es lo que te ponen por ahí. Es un placer, una
obra de arte que solo se prepara bien en algunos sitios de la Comunidad, y el
mejor en Castellón. Es un revitalizante excepcional. Parece que el nombre viene
del “corajillo” que daban a los soldados españoles en Cuba que combinaban café
con ron para luchar con ardor. La receta ortodoxa consiste en poner el licor en
un vaso de cristal que permite ver el contenido, a diferencia del barro, yo
prefiero el coñac, pero se puede hacer con cualquier espirituoso: ron, whisky,
etc, con una cascara de limón, unos granos de café, una ramita de canela y
azúcar. Calentarlo (puede hacerse en el microondas), aplicarle una llama y quemarlo,
sale una llama azul, no demasiado porque
pierde el alcohol, se remueve con una cucharilla larga para no quemarse. Aparte
se prepara un expresso largo que se vierte poco a poco sobre el alcohol
flambeado. Si lo has hecho bien quedan 3 capas: licor, café y espuma. Hay que
tomarlo a sorbitos, jamás de golpe, mezclar el contenido o no va a gustos. El
calorcito va invadiendo tu cuerpo, al final se queda corto pero no es bueno
repetir, al menos más de una vez, porque te puedes poner de los nervios. Nada
mejor tras una buena comida o en el almorsaret. Es barato, es buenísimo y es
nuestro.
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