martes, 14 de mayo de 2024

LAS COSAS DEL FUTBOL

Era un deporte, que generaba pasiones hoy el futbol profesional es un negocio, donde todo es dinero, chanchullos e intereses. Esa es la realidad. Hay comportamientos que deberían desterrarse especialmente, como los líos de la Federación o los pagos a los árbitros. En las competiciones oficiales se debería guardar la máxima imparcialidad. Hay que eliminar muchas cosas, la violencia, toda, la de los hooligans y también la generada por jugadores provocadores, que al menos deberían respetar a los aficionados que son los que pagan y mantienen todo el espectáculo. Ahora se repudia el racismo lo que sin duda es deseable, aunque no creo que los aficionados españoles sean racistas, a pesar del interés de algunos en hacerlo ver así. Unos cuantos descerebrados hay en todas partes y deben ser reprimidos. Sin embargo surge la paradoja sobre que entendamos por racismo o por odio. El foco se pone en el color de la piel y se olvidan otras cosas tan importantes como esa. Si se reprimen los insultos, deberían ser todos y no solo los que están de moda. Parece que no hay problema con insultar por el lugar de nacimiento, en los campos de determinadas regiones el insulto es llamarte “ español” y por supuesto los clásicos de la peor especie. La mayor contradicción se da en aficiones de equipos como el Bilbao o el Barcelona que se dedican a abuchear al himno de España, esto debería sancionarse y eliminarles de la competición. Son incoherentes porque tienen fácil demostrar su separatismo, no deberían jugar competiciones españolas, país al que tanto odian. Pero volvemos al principio, les prima el interés económico. Pam, pam orellut. Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 13/05/2024.

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