LAS
RESIDENCIAS
De los 44.000 muertos
del covid, más de la mitad han fallecido en residencias, eran ancianos que se merecían
algo mejor. Estaban bajo la competencia de las Autonomías pero el 19 de marzo
el nefasto Pablo Iglesias anuncio a bombo y platillo que asumía el MANDO UNICO
del área de servicios sociales para atajar la crisis sanitaria a las
residencias, el macho alfa lo iba a
arreglar todo. Pero no hizo test, ni consiguió material de protección, ni
ingresó en los hospitales a los enfermos. Desde entonces miles de nuestros
mayores han fallecido sin que este personajillo hiciera absolutamente nada a
pesar de las muchas peticiones de ayuda de la patronal del sector, que al fin
consiguió reunirse el 13 de mayo con el número dos de Iglesias que no les hizo
ni caso. Ha sido una vergüenza, muriendo en soledad y sabiéndolo, tiene que es
terrible. La generación que nos saco de la pobreza solo ha recibido maltrato,
abandono y un poco de morfina. Ante esto Iglesias trata de crear confusión y
esparcir responsabilidades, que si
residencias privadas o públicas, su “mando único” englobaba todas. Que si las Autonomías
donde carga contra las de partidos de la oposición, y olvida que también está
atacando a los suyos. Así en la Comunidad Valenciana a Mónica Oltra. Se deben
asumir responsabilidades políticas, civiles y
penales, este crimen no puede quedar impune. El duelo por los muertos lo
exige. La descoordinación entre servicios sociales y sanidad ha sido escandalosa
y mejor que alguien lo arregle por si llega un rebrote, que no vuelva a morir
tanta gente.
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