martes, 14 de abril de 2020

COVID-19


COVID-19
La pandemia que nos ha cambiado la vida y la muerte, produce muchas cosas malas y alguna buena. Entre estas, cabe citar la responsabilidad y solidaridad de la mayoría de la población, con numerosas donaciones privadas y ayuda a sus mayores. Los aplausos de las 8 que a todos nos animan. Entre las nefastas, la primera son los miles de muertes que se están produciendo y la gestión tan incompetente de nuestros dirigentes, que no están capacitados para hacer frente a esta situación. Las medidas sanitarias tardías y defectuosas han incrementado el número de contagios y no han dotado de las imprescindibles medidas de protección a los sanitarios, las fuerzas de seguridad y los servicios esenciales. La normativa económica improvisada, difícilmente entendible y caótica, puede llevarnos a todos, tras la crisis sanitaria, a la peor crisis económica de nuestra historia, lo que parece pretender el sector comunista de nuestro desgobierno. La irresponsabilidad de convocar a las manifestaciones del 8M cuando estaban informados de la gravedad de la situación desde el 2 de febrero, según confesó Pedro Duque. La sordidez de Iglesias, que no respeta cuarentenas, aprovechando para colarse en el CNI y dividir a la sociedad, o de Torra, insultándonos por toda Europa. Las comparecencias que no dicen nada o mienten. La situación de los españoles en el exterior, abandonados vergonzosamente a su suerte. Los teléfonos de emergencias que no se cogen. Las pruebas de contagio que no se hacen. El material de protección que no existe, etc. Algún día lo pagarán.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el 13 de abril de 2020

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