CORREVEI DILE
Según el diccionario de
la RAE es la persona que lleva y trae cuentos y chismes. Viene evidentemente de
la frase corre, ve y dile. Que se junta para abreviar y mejor definir el
personaje. También se identifica con un alcahuete. Este tipejo se dedica a
otear leer, escuchar y en general a estar atento a cualquier acción de alguien,
aunque seguramente no la entiende y ver a quien le puede herir o molestar,
yendo inmediatamente a decírselo, con frecuencia aumentado y distorsionado. Por supuesto
incluyendo la acusación al autor de lo
que el transmite que según indica el pronombre final “le” está destinado a una
persona concreta, a la que cree que puede afectarle más. Nunca trasmite nada
positivo, ni grato porque estaría en contra de su pérfida esencia, solo lo que piensa
qué hace más daño y si es útil exagera e incluso miente, qué más da si sirve
para conseguir su miserable objetivo, que básicamente es conseguir que los
interesados se enfaden y peleen. El mundo de los rumores, acusaciones, bulos,
murmuraciones, enredos, etc, es donde mejor se mueve. Se da entre hombres y mujeres, en todos los
oficios y clases sociales, pero algunos son especialmente conspicuos o hacen de
esta actividad el motivo principal de su existir. Suele coincidir con los
envidiosos, ociosos, desfaenados e inútiles, pobrecillos. Porque desde luego
buenas personas no son y un tanto innobles, frívolos y miserables, sí.
Dedicarse a mal meter y calentar la cabeza debe ser muy muy triste. La solución,
prudencia en el que habla, escepticismo en el que escucha y todos mandarlo a la
porra.
Artículo publicado en
el Periódico Mediterráneo el 8 de Mayo de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario