lunes, 8 de mayo de 2017

CORREVEI DILE

                                 CORREVEI DILE
Según el diccionario de la RAE es la persona que lleva y trae cuentos y chismes. Viene evidentemente de la frase corre, ve y dile. Que se junta para abreviar y mejor definir el personaje. También se identifica con un alcahuete. Este tipejo se dedica a otear leer, escuchar y en general a estar atento a cualquier acción de alguien, aunque seguramente no la entiende y ver a quien le puede herir o molestar, yendo inmediatamente a decírselo, con frecuencia  aumentado y distorsionado. Por supuesto incluyendo la acusación  al autor de lo que el transmite que según indica el pronombre final “le” está destinado a una persona concreta, a la que cree que puede afectarle más. Nunca trasmite nada positivo, ni grato porque estaría en contra de su pérfida esencia, solo lo que piensa qué hace más daño y si es útil exagera e incluso miente, qué más da si sirve para conseguir su miserable objetivo, que básicamente es conseguir que los interesados se enfaden y peleen. El mundo de los rumores, acusaciones, bulos, murmuraciones, enredos, etc, es donde mejor se mueve.  Se da entre hombres y mujeres, en todos los oficios y clases sociales, pero algunos son especialmente conspicuos o hacen de esta actividad el motivo principal de su existir. Suele coincidir con los envidiosos, ociosos, desfaenados e inútiles, pobrecillos. Porque desde luego buenas personas no son y un tanto innobles, frívolos y miserables, sí. Dedicarse a mal meter y calentar la cabeza debe ser muy muy triste. La solución, prudencia en el que habla, escepticismo en el que escucha y todos mandarlo a la porra.

Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el 8 de Mayo de 2017

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