UNIVERSIDAD ESPAÑOLA
A la cola, una vez más,
como siempre en el ranking mundial académico de Universidades del Center for
World Class Universities of Shanghai. Las primeras son las americanas: Harvard,
Berkcley, Stanford, MIT, Princeton, Columbia, Chicago, Yale o inglesas :
Cambridge, Oxford, London. Los españoles
del 200 para atrás : las de Madrid, Barcelona y Valencia. En el ranking de
calidad educativa del Lisbon Council de Bruselas somos los peores de los países
avanzados. Se podría discutir los criterios que emplean pero es un toque de atención
en un mundo globalizado, donde el éxito de un país se cifra en gran medida en
la preparación y calidad del capital humano. La formación mejora las
posibilidades de empleo y de ingresos. La reforma universitaria es una más de
las que están pendientes, que deberíamos
abordar lo antes posible. Lo primero sería optimizar la gestión. Valorar a la
hora de financiar los resultados y la productividad. Hay que fomentar la
investigación y la innovación. Mejorar los desajustes entre oferta y demanda de
titulaciones. Exigir que los estudiantes estudien y que las becas sirvan para
ayudar a los mejores y no a los vagos. Que prosperen los mas validos y no los
amigos, evitando la endogamia, revisando
los criterios de selección, adecuándola al perfil docente e investigador y
atendiendo a los resultados con patentes
que tengan aplicación industrial. Reconociendo la gran labor social de la
universidad en nuestro país, a ella ha accedido gente de todas las clases
sociales, elevando la cultura de la población. En Castellón la UJI es de lo
mejor que ha pasado.
Columna publicada en el
periódico Mediterráneo el 18 de enero de 2016
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