jueves, 4 de junio de 2015

BARBA

                                                 BARBA
Llevo barba, no muy larga y bien recortada, desde hace un par de años. Nunca lo premedite, creía que no iba conmigo. A raíz de un accidente pase una temporada en el hospital y como el barbero era irregular me la deje por comodidad, luego mi mujer decía que me sentaba bien y que estaba muy guapo, se ve que me quiere mucho y hasta hoy. Además a pesar de que la edad hace que florezcan canas en mi cara, las que no tengo en la cabeza, el color original de mi bello facial es pelirrojo, lo que resulta singular, teniendo en cuenta que soy castaño moreno. Parece que es una tradición familiar, así que yo encantado. El caso que el día que me de la volada por cambiar de imagen, o cuando me pase algo muy bueno para celebrarlo, me afeitare, o no, ya veremos. Antes la barba parecía patrimonio de ancianos, sabios o rebeldes. Ahora resulta que se ha puesto de moda y casi todo el mundo se la deja : jóvenes, medianos y maduros. Tiene muchas ventajas : es más cómodo no afeitarse aunque arreglarla lleva su tiempo; tu cara cambia de aspecto, en principio te da más carácter y virilidad incluso supone respeto, poder y fortaleza por algún atabismo histórico . Es un atributo de masculinidad, en principio las mujeres no tienen, es elegante y sexy, y da un puntito de malote. Ha pasado épocas históricas o culturales, hoy vive un espectacular renacimiento.     

Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo

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