ECONOMIA SUMERGIDA

ECONOMIA SUMERGIDA El empleo no declarado y la economía sumergida supone en España el 18,6 del PIB lo que significa más de 190.000 millones de euros que están al margen de la legalidad. La tasa española duplica la del resto de economías de la zona y de los países desarrollados. Sería muy conveniente para todos aflorar toda esta actividad retribuida no declarada que ayudaría a cuadrar las cuentas públicas, a aumentar la recaudación fiscal y la protección de la seguridad social a la par que disminuiría la competencia desleal. Sería de gran ayuda que los tipos fiscales de todos los impuestos fueran menos gravosos, es sabido que la bajada de impuestos aumenta la actividad y la recaudación y por supuesto acabar con la corrupción del sector público que sirve a muchos de los “sumergidos” para justificarse. No vale pensar que como los que mandan roban, robemos todos, hay que plantearse que todos estos chanchullos se acaben. Para ello se necesitan unas medidas punitivas claras y aplicadas con rapidez y justicia de modo que el que la haga la page. Con unas políticas eficaces podría reducirse la escandalosa tasa de paro que tenemos, que se sitúa en el 23´7 % y peor entre los jóvenes, hoy es nuestro principal lastre. Millones de puestos de trabajo podrían aflorar y otros crearse.