MODALES
A LA MESA
No se trata
de ponerse fino ni de establecer rígidas reglas de protocolo, pero sí es
conveniente un poquito de educación en la mesa, porque para nosotros y nuestros
compañeros de ágape resultará mucho más agradable, por ejemplo un eructillo por
pequeño que sea no es bienvenido, ni hablar con la boca llena, hacer ruido al
comer o al beber, masticar ostentosamente, ni escupir al hablar. Los cubiertos
se usan de fuera a dentro y las manos que para picar quesos, embutidos o jamón
son más que admisibles, evidentemente limpias. Los alimentos que se tocan o se
consumen o se desechan no se vuelven a dejar. Si algo no te gusta no te lo
comas, remezclar el plato para dar la impresión de que se ha comido es muy
chapucero. Puedes servirte lo que te toque, no escoger. Los cubiertos
personales no se usan para coger de las fuentes comunes que tienen los suyos.
Si se quiere algo se pide no se pasa el brazo por delante de otros comensales.
La servilleta sirve para limpiarse, no tiene usos alternativos como pañuelo,
paños de limpieza u otros. Al terminar los cubiertos se dejan en el plato en
posición de las cuatro y veinte hacia arriba. No se debe fumar durante la
comida y al final solo si a los demás comensales no les molesta. Tampoco
levantarse de la mesa mientras dura la comida, salvo por motivos justificados.
Al usar los cubiertos hay que tener en cuenta que la comida se lleva a la boca,
no la boca a la comida, y que no se limpian con la servilleta, el cuchillo es
para cortar, no se chupa ni se lleva a la boca. Los alimentos pequeños como los
guisantes se cargan con el tenedor pero no se pinchan, te puedes ayudar con el
cuchillo para empujar, nunca de los dedos. Mojar no queda bien, pero si está
tan bueno que no puedes evitarlo, el trozo de pan pínchalo con el tenedor. Y a
comer.
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