COSAS
El diccionario de la RAE dice que cosa es “todo lo que
tiene entidad, ya sea corporal, espiritual, natural o artificial, real o
abstracta”, o sea que casi todo es cosa, y la palabreja nos sirve para un roto
o un descosido. Meditando sobre el tema podemos observar que la vida se divide
en dos periodos, aquel en el que haces cosas y aquel otro en el que recuerdas
las cosas que hiciste en el primero o que otros te lo recuerdan porque tu
memoria no está fina. Hay cosas que una vez que empiezas no puedes dejar de
hacer como comer pipas, palomitas, leer un libro interesante, hablar por
teléfono si estás enamorado, apagar la radio en medio de tu programa deportivo,
dejar de ver una serie de televisión que te ha enganchado, algunos hablar,
jugar a la play, etc.
Otras cosas que no deberían hacerse nunca, como dar un
euro a un gorrilla, aplaudir al aterrizar un avión, gritar vivan los padrinos,
ir en chándal por la calle o decirle a una mujer que ha engordado. Hay cosas
nuestras, que se sienten, tradiciones y fiestas populares, las naranjas, la
paella, el cielo azul, el mar. Otras personales, familia, amigos, equipo de
fútbol of course.
Hay cosas importantes o banales, valiosas o fútiles,
molestas o agradables, presentes o futuras, racionales o incoherentes, deseadas
o detestadas, normales o raras, que van o vienen, encontradas o perdidas, a
derechas o no, conocidas o ignoradas, normales o extrañas, mías o tuyas o
suyas, evidentes u ocultas, buenas o malas, y es que las cosas son infinitas.
Es curioso como con algo tan numeroso se puede hacer algo tan pequeño como
esto, y es que por haber hay hasta poquita cosa, aunque a veces un poco de algo
es mucho.
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