EL
ÚLTIMO MOMENTO
Espero que
ustedes no sean una de esas cigarras, sí, de los que piensan que hay que
disfrutar y que si tienes alguna obligación ya la harás más tarde o mañana o
cuando sea.
Hay muchas
cosas en la vida que tienen una fecha límite, exámenes, pagos, obligaciones,
trabajos, etc, etc. Esas cosas que tienes que hacer pueden afrontarse desde
variadas actitudes, la mejor es seguir el viejo refrán de “no dejes para mañana
lo que puedas hacer hoy”, o sea, hazlas ya porque de todas formas tienes que
hacerlas y cuanto antes mejor, te da tiempo para meditarlas, recapacitar,
rehacerlas si es necesario, y sobre todo para despreocuparte de ellas y hacer
otras.
Frente a
estos encontramos vagos, tramposillos o simplemente dejados, que con la excusa
de no hay prisa o queda tiempo, lo dejan todo para última hora, inmenso error,
chapuzas, cosas mal hechas, incumplimientos y todos los consiguientes disgustos
es lo que causa ese sistema.
Especialmente
clarificador es el caso de los estudiantes, los que estudian todos los días,
con anticipación y repasan suelen aprobar y sobre todo aprender, porque
sedimentan lo estudiado y comprenden las cosas, todo lo contrario, al que se
pega el atracón a última hora, no duerme con lo que inestabiliza su capacidad
física o mucho peor recurre a ayudas químicas que solo falsean resultados y
claro esos o suspenden o peor aprueban pelado, sin base y con todos los números
para estrellarse a la próxima.
La
conclusión es que si hacer algo requiere un tiempo determinado, el mismo tiempo
es hoy que dentro de una semana, con hoy quedas tranquilo y formal, dentro de
una semana seguramente mal. Hay que trabajar ya.
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